A.R.G.Hoy nuestro cheff DI TORRES quiere ofecer un pequeño homenaje al cubo de Rubik y para ello nos presenta este maravilloso plato. Cubos de bife rodantes, con sabores del Benelux al ritmo tirolés, mezclado con un maravilloso toque trentino al roquefort.
PROCEDIMIENTOAliñas la carne picada al gusto (un poco de ajo y cebolla muy muy picados, perejil, sal y pimienta, pan y queso rallados, un poco nata líquida, huevo...) y la amasas con las manos, haciendo bolas (albóndigas), y luego, hábilmente, vas cuadrando cada bola a base de pequeños golpes sobre la tabla, dándoles forma de cubo. Cada cubo lo vas a enharinar ligeramente y a pasar por una sartén con un a gota de aceite bien caliente, cuidando de que las seis caras del cubo pasen unos segundos por el fuego. Vas reservando en un plato a parte los cubos ya sellados.
Para montar la salsa de queso, picas una cebolla muy fina, y la pasas bien a fuego lento con una pizca de sal (bien pochada pero sin que se queme!). Si te gusta espesa la salsa, puedes añadir media cucharada de harina cuando la cebolla esté terminada, y la rehogas un poco antes de añadirle nata líquida (o leche o mitad y mitad), y remueves bien un rato, hasta que hierva unos minutos. También queda bien y la espesa un poco si añades algo de queso blanco untable (estilo Philadelfia). A esa crema le incorporas un buen trozo de queso de cabra (como medio rollito de los que venden de queso extremeño) y una cuña de queso azul (aquí hemos usado el exquisito queso italiano gorgonzola), que encuentras en cualquier supermercado. Los troceas un poco para que se deshagan mejor y sigues removiendo a fuego lento hasta que el queso esté sin grumos (aunque alguno pequeño tampoco queda nada mal...). Un toque de pimienta fresca le irá muy bien, incluso nuez moscada, al que le guste, y pruébalo a ver el toque de sal, porque los quesos ya aportan bastante.
Una vez la salsa a punto, hay que incorporar la carne. Para ello, si es posible, a mi me gusta utilizar una fuente que puedas poner al fuego y luego llevarla directamente a la mesa. Para eso hemos hecho cubos: al ponerlos con cuidado en la salsa, se deben quedar medio cubiertos de salsa pero con la parte superior descubierta, y no los movemos, queremos que se hagan, pero dejando parte de la carne poco hecha y muy jugosa. Verás cómo están cuando los partas en el plato...
En este caso acompañamos todo con unas coles de Bruselas (de las que viene ya cocidas, que simplemente salteamos unos minutos para darles un poco de calor) y unas patatas muy muy fritas, partidas en tiras muy finas y largas (encantan así).